jueves, 13 de septiembre de 2018

BENVINGUTS AL NOU CURS DE TRAPELLES 2018-2019!!!!

UN NOU CURS ENS ESPERA A TRAPELLES, I TENIM MOLTES GANES !!!
 L'ESTIU ENS HA CARREGAT LES PILES A TOTS/ES I TENIM PROU ENERGIA PER COMENÇAR AMB ALEGRIA I ENTUSIASME.
ÉS TEMPS D'ADAPTACIONS I AIXÒ, DE VEGADES, ENS GENERA ALGUN MAL ESTAR, ANGOIXA O DUBTES.
HEM DE SER POSITIUS I VEURE HO TOT CLAR, AIXÍ TOT ANIRÀ FLUINT COM CAL.
LA CLAU, MOLTA PACIÈNCIA, SEGURETAT I CONFIANÇA.
PELS VOSTRES FILLS/ES, PER VOSALTRES I PER NOSALTRES.

BENVINGUTS AL NOU CURS 2018/19!!!

Us deixem un fragment d'un article molt interessant sobre les adaptacions, si el voleu llegit tot (us ho recomanem) cliqueu l'enllaç.


El primer periodo de la vida es el de la adaptación. Debemos aclarar lo que significa adaptación en este caso y debemos distinguirla de la adaptación del adulto. La adaptabilidad biológica del niño es la absorción del lugar en que ha nacido

El periodo de adaptación en las escuelas suele ser uno de los “quebraderos” de cabeza más difíciles de solucionar para docentes, madres y padres y, sobre todo, para los niños que acuden por primera vez a un centro educativo. El principal motivo de ello, es que este periodo tan importante está más pensado para la organización de los adultos que de los niños. Resulta curioso cuando, en ese triángulo formado por docentes, madres-padres y niños, a los que menos se les tiene en cuenta es, precisamente, a los niños, quienes a la postre son los actores principales de este periodo de adaptación. Es, lamentablemente, una actitud bastante común entre los adultos el programar actuaciones para ser llevadas a cabo con niños sin contar con ellos.

Nuestras intenciones, de base, siempre suelen ser buenas. De base, digo, porque una vez entrado en debate “nos solemos desviar”, y lo que acabó comenzando como una propuesta para programar actuaciones en pro de los beneficios del niño, acaba siendo un triste debate sin propuestas donde dejamos ver nuestras más que notables deficiencias entre adultos. A priori, la solución suele ser muy sencilla: si de verdad nos preocupáramos en conocer al niño, sus verdaderos intereses y sus necesidades de desarrollo, seríamos capaces de programar de una manera mucho más acertada y eficiente. El problema es que la mayoría de las veces acabamos haciendo lo mismo que hicieron con nosotros. Nuestra pereza, nuestra comodidad, nuestros miedos, nuestra falta de interés o nuestros absurdos debates de adultos entre adultos, acaban prevaleciendo sobre los verdaderos intereses de los niños.

El niño posee una sensibilidad absorbente hacia cualquier cosa que exista en su ambiente, y sólo puede adaptarse mediante la observación y la absorción del ambiente

María Montessori

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